La educación virtual ha ganado terreno en América Latina, pero sigue enfrentando altas tasas de deserción debido a dificultades en el seguimiento a los estudiantes y en la implementación de una flexibilidad efectiva. Aunque muchas instituciones han acelerado su transición digital, algunos aspectos cruciales, como la metodología y el acompañamiento, siguen siendo un reto.

Ferrán Calatayud Ventura, director general de BIU University, destaca la importancia de un enfoque centrado en el estudiante, lo que ha permitido a su institución, con sede en Estados Unidos y que atiende a América Latina, mantener una tasa de retención del 90%. Calatayud subraya que la clave no solo radica en la flexibilidad de horarios, sino también en una «presencialidad» que va más allá de lo físico, asegurando que los estudiantes se sientan acompañados y apoyados en cada paso de su formación.

**Tecnología y soporte humano: una combinación necesaria**

El éxito en la educación virtual no depende solo de la tecnología, sino también de un enfoque personalizado que responda a las necesidades particulares de cada estudiante. Instituciones como BIU University han implementado equipos de soporte 24/7 y un enfoque de «student care» que proporciona una red de apoyo constante, contactando proactivamente a los estudiantes que muestran señales de desconexión, como explica Calatayud.

Este enfoque cercano y flexible incluye una combinación de sesiones sincrónicas y asincrónicas, lo que permite a los estudiantes gestionar mejor su tiempo y compaginar su vida académica con la profesional. Además, las sesiones grabadas y las actividades interactivas facilitan la continuidad del aprendizaje, incluso cuando los estudiantes no pueden asistir en tiempo real.

**El reto metodológico para combatir la deserción**

El éxito de las instituciones depende de la implementación de metodologías que combinen lo mejor de la enseñanza a distancia sin que esta se vuelva un proceso solitario. La personalización y la flexibilidad metodológica son esenciales para mejorar la experiencia de los estudiantes y reducir las tasas de abandono, un desafío que la educación virtual sigue enfrentando.

Este enfoque no solo impacta en la experiencia de los estudiantes, sino que también representa una respuesta efectiva para las instituciones que buscan posicionarse en el creciente mercado de la educación digital.