La implementación de redes 5G en Colombia representa un avance significativo en las telecomunicaciones, marcando un hito para la conectividad del país. Actualmente, la cobertura se extiende a 13 ciudades capitales, incluyendo Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Barranquilla y Cartagena. Este despliegue promete mejorar la calidad del servicio y abrir nuevas oportunidades para los usuarios, aunque también enfrenta desafíos cruciales, especialmente en áreas rurales y remotas.

El impacto de la 5G va más allá de una mejor conectividad; se espera que impulse el desarrollo de ciudades inteligentes y la creciente demanda de aplicaciones con alto consumo de ancho de banda, lo que aumentará la necesidad de redes con alta capacidad, baja latencia y alta fiabilidad. Sin embargo, a pesar del progreso en las principales urbes, la cobertura nacional de 5G aún está lejos de ser universal, lo que plantea un reto de distribución equitativa de esta tecnología.

Para enfrentar estos desafíos, es fundamental optimizar la infraestructura existente y reducir los costos de despliegue. Una solución clave es la tecnología Dense Wavelength Division Multiplexing (DWDM), que permite a los operadores mejorar la capacidad de las redes 5G sin aumentar significativamente el cableado. Yesid Bejarano, decano de la Facultad de Ingenierías y Afines de la Fundación Universitaria San Mateo, señala que DWDM funciona como una “autopista de información”, enviando múltiples señales a través de una sola fibra óptica, lo que optimiza las inversiones en infraestructura y facilita la expansión del servicio.

Bejarano destaca que DWDM no solo reduce costos, sino que también permite redes escalables y de baja latencia, adaptadas a las nuevas demandas del mercado digital. “Para aprovechar al máximo los avances de la 5G en Colombia, es crucial abordar los desafíos desde una perspectiva que amplíe la cobertura y garantice un acceso equitativo para todos los ciudadanos”, concluye.

El desarrollo continuo de la red 5G y la integración de tecnologías complementarias como DWDM pueden redefinir el futuro digital del país, allanando el camino hacia una conectividad más inclusiva y eficiente.