En un giro inesperado que ha calmado las aguas de la especulación en línea, Microsoft ha anunciado que el futuro cercano de su emblemático sistema operativo no vendrá con un cambio de numeración, sino más bien con una actualización significativa de su actual oferta. La próxima versión será conocida como Windows 11 24H2, marcando un alejamiento de la anticipada y debatida nomenclatura de Windows 12. Este movimiento parece ser una estrategia deliberada para mantener la cohesión dentro de su base de usuarios y evitar la fragmentación adicional que un nuevo sistema operativo podría haber introducido.

La decisión se reveló a través de una actualización en el blog oficial de Windows 11, donde Microsoft detalló los cambios en las versiones de prueba para los canales dev y canary, incluido el cambio en el número de versión del sistema operativo a 24H2, indicativo de la actualización de características anual prevista para este otoño. Aunque la noticia puede parecer menor en la superficie, la implicación de una actualización centrada en la inteligencia artificial (IA) sugiere que Microsoft está apostando fuerte por el concepto de «PC AI», integrando capacidades de IA mejoradas en Windows 11 para posicionar firmemente dentro de la próxima ola de innovación tecnológica.

La sincronización de esta actualización con el lanzamiento esperado de los chips AMD Zen 5, que presumiblemente incluirán Ryzen AI, y la anticipación en torno al lanzamiento de Intel Arrow Lake, sugiere un enfoque concertado en la funcionalidad de IA en el hardware de próxima generación. Esta convergencia de software y hardware destaca una tendencia hacia computadoras personales más inteligentes y capaces, con aceleradores de IA basados en hardware, como las unidades de procesamiento neural (NPU), que ya se encuentran en los chips Meteor Lake de Intel y en algunos CPUs móviles y de escritorio de AMD.

La estrategia de Microsoft de enriquecer Windows 11 en lugar de reemplazarlo puede interpretarse como un esfuerzo por consolidar su base de usuarios y fomentar la adopción de tecnologías de IA sin forzar una transición abrupta a un nuevo sistema operativo. Este enfoque sugiere un reconocimiento de la importancia de la estabilidad y la familiaridad para los usuarios, al tiempo que se abraza el cambio tecnológico a través de actualizaciones significativas y orientadas al futuro. La dirección que Microsoft está tomando con Windows 11, centrada en la IA, no solo promete mantener relevante su sistema operativo, sino también preparar a sus usuarios para una nueva era de computación personal enriquecida por la inteligencia artificial.